jueves, 9 de julio de 2009

Reflexiones


Hoy, a partir de un triste suceso familiar, la muerte de una tía abuela, mi papá estaba agradecido de la gente que la cuidó en este último mes y de quienes hoy rodearon sus últimos momentos. Mi tía abuela, muy querida por los 13 hermanos Bello, era una señora de 91 años, soltera, nunca tuvo hijos, pero tampoco los necesitó, ya que mis tíos y mi padre siempre estuvieron pendientes de ella, le aseguraron una buena calidad de vida, nunca le faltó nada material ni tampoco afecto.
Hoy llamaron desde el hogar donde ella vivió su último mes de vida, rodeada de un personal especializado y cariñoso. Cada vez que mis tíos y tías la visitaron estaba en perfectas condiciones, limpia, bien alimentada y el personal siempre informó acerca de cada malestar y pena de esta tía que ya sufría de un alzaimer avanzado.
Mi tía abuela murió en el hogar, la ambulancia que la trajo de vuelta del hospital, para morir, fue gratuita, ya que la comuna proveía de este servicio. Sin embargo, mi papá quiso pagarle a los que trabajaban en la ambulancia en gratitud por su buen servicio, ya que fueron rápidos y nos hicieron un favor que permitió que llegara antes al hogar. Ellos agradecieron el gesto, pero fueron enfáticos en que no querían recibir el dinero, mi padre tuvo que insistir más de una vez para que finalmente lo aceptaran.
En fin, a lo que voy con tanta introducción, es a que mi papá quedó impresionado de la honestidad de esta gente y de la bondad de las señoras del hogar de ancianos. Todas personas humildes, que a pesar de su humildad jamás intentaron aprovecharse de la situación, ni les importaba el dinero. Yo le dije a mi papá que no me extrañaba tanto, ya que la mayoría de las personas son buenas...al menos yo siempre lo he pensado así.
Tuvimos una larga conversación, mi papá que suele ser muy desconfiado de las personas y que cada vez que toma el metro piensa que en cualquier momento alguien lo va a agredir o robar, y yo, que por otro lado soy ultra confiada y jamás pienso que me va a pasar nada malo. Finalmente llegamos a la conclusión que es verdad que la mayoría de la gente es buena, pero que es tan fácil destacar la maldad, la perversidad. Y por otro lado, si bien la mayor parte de la gente es buena, hoy en día las agreciones son pan de cada día porque nuestra sociedad está alterada. Así pasa que en el metro y en la micro la gente discute y se empuja por cualquier cosa, se exaspera fácilmente. ¿ Cuál es nuestro problema? y cuál será la solución?
Será que falta educación , oportunidades, más dinero?
Personalmente creo que no tiene que ver con ninguna de esas cosas, ni con educación formal, ni con oportunidades, claro que en algo ayuda, ni con dinero. Cuánta gente conocemos que es pobre y cuyo sentiodo de honestidad y de honor los hace incapaces de apsar a llevar a otros, o que aún sin dinero son generosos, solidarios y los primeros en conmoverse con la Teletón?
Yo creo que el problema de hoy tiene que ver con educación, pero no la educación de la que todos hablan, porque no creo que leer y sumar haga a la gente más amable y respetuosa, pero sí creo que el trato cariñoso y amable son formas de educar potentes y que dejan algo distinto.
Se trata de crear una sociedad de respeto y cariño, no de competencia y objetivos individualistas. Estamos hoy en día demasiado enfocados en la educación universitaria, para qué? para sacar un título. Porqué queremos un título? para ser respetados y ganar dinero. Porqué queremos dinero? porque sin él nadie nos respeta, sin dinero no vivimos como seres humanos en este país.
Qué terrible lo mal enfocados que estamos. Yo no digo que el dinero no sea importante, claramente uno no come gracias al cariño. Pero hacer del dinero nuestro objetivo en la vida nos hace agresivos. Además el respeto debería ser inherente al ser humano, uno no debe probar que es digno de respeto, porque basta con ser persona. A mi esa persona que desconozco y camina por la calle es digna de respeto, no porque me demuestre que e s "alguien" sino porque es vida, es ser pensante, es alguien como yo...un ser distinto, como yo.
Entonces, eduquemos, demos cariño, seamos amables, respetuosos, dejemos de agredir, de discriminar injustamente, porque cuando logremos ser una sociedad de respeto, seremos más, porque las sociedades que se respetan a sí mismas logran no sólo crecimiento económico, logran desarrollo humano...y eso es lo que necesitamos nosotros.

Así que con fuerza, a creer en la bondad, cambiémosle la cara a la señora que va alterada en la micro, estresada por la pega y los problemas familiares, cambiémosle la cara al flayte, acostumbrado a las agresiones verbales, eso es educación, y personalmente ese es el tipo de educación que nos hace grandes y capaces de lograr cambiarlo todo...y es gratuita...

Gracias a toda la gente buena que me rodea y Saludos..


P.D. QEPD mi tía Hilda y QEPD al joven apuñalado fuera del Padrino, el Edu....


No más violencia!