martes, 7 de octubre de 2008

Volver...


Dejando de lado mamonerías, mañas, depresiones y otras cosas, he vuelto a desempolvar este blog.
Los tiempos de crisis siempre ayudan a salir fortalecid@ de algún modo...al menos así me suele pasar a mi...Bueh, creo ke he sacado un par de reflexiones en limpio de todo esto, una de ellas es ke si bien se suele decir ke la felicidad es pasajera, ese dicho también le va a todo lo malo. La infelicidad, los malos momentos, son sólo eso, momentos, y por definición pasan, no son eternos.
Nada es definitivo, y tal como decía hoy una chica en un dicurso, los asbolutos matan, no dejan espacio a críticas, a cuestionamientos, y con lo absoluto se muere cualkier capacidad creativa, propuesta, cualkier vía ke implique apuntar hacia algo nuevo al menos.

Hace años, más bien dicho, cuando niña, leí un libro, "Demian" de Hermann Hesse, recuerdo el impacto ke me causó. Si bien en algún momento pensé en la imposibilidad de ke existiera un Dios, a menos ke fuera dios y diablo a la vez, ya ke para hacer bien se debe poder ser malo también. Lo ke me impactó fue la claridad con la ke el autor expone esa dualidad ke está en todo en nuestras vidas, esa que hace posible que seamos nosotr@s kienes escojamos entre un camino y otro, entre lo ke consideremos bueno o malo.
Del mismo modo, creo que a veces en la búsqueda de ser felices perdemos de vista los valiosos momentos de reflexión ke tenemos cuando no lo somos, y ke a su vez nos ayudan a ser más felices aún, pues gracias a ellos somos capaces de valorar profundamente cada momento de no infelicidad, ke en otras palabras se tornan en felicidad.

Tal vez estoy esribiendo puras divagaciones...creo que debo desempolvar mi escritura también, jajajaja...

Supongo ke finalmente lo único ke realmente he redescubierto es la valoración a la vida, con todas las decepciones y caídas ke implique...pues luchar contra la adversidad es lo ke finalmente nos entrega la posibilidad de darle sentido a nuestras vidas y buscar más allá de lo evidente.

Gracias Eva por haber probado de la manzana del conocimiento...


(no se asusten, no soy católica...pero me gusta esa leyenda, es una razón más para admirar a las mujeres, jajajaja, aunke sea ficción...)

1 comentario:

azeta dijo...

Y la serpiente, que recomendó la merienda, se llamaba lucifer (Lucidez).
Feliz por tu felicidad, aunque la felicidad se encuentre sobre dimensionada, pues como bien concluyes sin amargura la vida estaría exenta de dulzura.